Los cumpleaños

Este tipo de cuestiones importan en Homeria menos que un pedo de pulga.
La vuelta a casa

Hoy (¿por qué será?) me ha venido esto a la cabeza. El regreso al hogar siempre es especial, si bien cada uno lo siente a su manera.
Las batallas y la poliorcética

En “El Libro Lacre” se narran batallas. Varias. Son puntos álgidos de la historia, y como tal los trato. «Cráteres» de la narración, los llama Vargas Llosa. Creo que con eso se pasa.
Las aventuras: segunda parte

Siguiendo con la entrada anterior —las aventuras dan para mucho—, hoy sigo con aventuras y su impacto en mi literatura (la de los libros que he leído).
Las aventuras: el inicio

Ya sea épica, fantástica o de cualquier otro tipo (realista, costumbrista, incluso poética… sigo sin saber cuántas categorías hay), “El Libro Lacre” es un libro de aventuras. No hay duda.
Los bosques

Los bosques fueron, son y serán siempre un lugar mágico. En “El Libro Lacre”, esta máxima también se cumple.
Los derechos de autor

Creo que nunca he escrito aquí sobre los derechos de autor. Pues hoy toca.
El cambio

Todos los cambios de nuestra vida, a veces acertados, a veces erróneos, a veces obligados, a veces voluntarios, nos definen como personas.
Acantilados

Los acantilados son, sin duda, un lugar mágico.
Fantastes, de George Macdonald

Dicen que fue la primera novela de fantasía. A mí me ha parecido más lo que su autor dice en el propio título: “Una novela de hadas para hombres y mujeres”.