La contienda por el dominio de Homeria es ya una realidad: la tierra sin dioses está en guerra. Nada detendrá al conde Mongaut ni al duque Ferrison en su lucha por la dominancia, aunque sus inquinas y ánimos de conquista arrastren a sus gentes a la miseria o la muerte.

Un grupo impensable, formado por un lenguaraz juglar, un taciturno guerrero y una joven sin nada que perder, unidos por el azar y el dolor, pena por este desolado paraje intentando que el conflicto no les salpique. Llevan buscando algo largo tiempo. Es el Libro Lacre, la llave a una Homeria donde el sol siempre brilla y la oscuridad es solo un mal recuerdo. Hace centurias que nadie sabe su paradero excepto, quizás, un anciano que atraviesa Homeria con su carromato. Por eso van tras él, donde sea que se halle. Y cada día están más cerca.

Pero localizar algo en un territorio desangrado a espada no es tarea sencilla. Lucharán contra enemigos conocidos y desconocidos, contra criaturas nacidas de las pesadillas y contra la ambición de quienes pasan por encima de todo con tal de ver cumplidas sus ansias. Si no lo encuentran, morirán en el intento o todos quedarán solos en el mundo, sin nadie a quien amar, «Sin tierra ni patria».