«… las más veces sin entenderla, y siempre sin calcular que una palabra sola es, a veces, palanca suficiente a levantar la muchedumbre, inflamar los ánimos y causar en las cosas una revolución”.
Lo anterior no es mío. Tampoco está sacado de un artículo que comente las elecciones del martes en Madrid, o las actuaciones de la ralea política de los días de la campaña previa, o la consecuencia de estas en el rebaño votante. Tampoco es de estos días. Está escrito hace casi doscientos años y sorprende por su vigencia, su acierto implacable y su belleza sin mácula.
Un espejo en el que mirarse. Lo estoy disfrutando estos días y no he podido resistirme a compartirlo. Es un género tan alejado del mío como la luna del sol, pero igualmente admirable. Del gran (y demasiado pronto perdido para el mundo) Mariano José de Larra, en su artículo “En este país”, de abril de 1833.
Imagen del retrato del autor por José Gutiérrez de la Vega (Museo del Romanticismo, Madrid). Felices lecturas.