Porque esa parte… buuufffff. Corregir, corregir, corregir. Al menos para una mente tan obsesiva con los detalles de lo que hace como la mía, es mucho más divertido imaginar y escribir que corregir.
Pero como creo que lo que se saque a la luz tiene que tener un mínimo de calidad, asumo esa parte como una tarea más encaminada a conseguirla.
En fin, la primera fase ya está terminada. Ahora: la portada. Esta vez va a salir de otra manera. A ver cómo resulta.
Siempre hacia adelante.
Felices lecturas.