No es algo a lamentar ni a celebrar. Es así y punto. Pero sí es cierto que todos los padres son figuras excepcionales en todas las vidas (tengo que acordarme de hacer esto mismo el día de la Madre, pues ellas no son menos importantes), algo digno de resaltarse.
Ya sea para bien o para mal, en “El Libro Lacre” hay padres que influyen en sus hijos, en la historia y en su mundo de maneras tan relevantes que, en muchos casos, marcan el devenir de la historia. Me vienen a la mente, ahora: Férdinand Mongaut, Will Ferrison, el propio conde Frey, el marqués Neodomus… Y otros que, sin ser padres, actúan como tales: el Viajante, Táred…
Solo tengo una cosa clara de la paternidad: si hiciera algún regalo a mis futuribles vástagos, uno de los mejores sería intentar hacer crecer en ellos la afición a la lectura. Vayan estas palabras por ellos, por los padres, en su día.
Felices lecturas.