Fue terrible aquel año… ¡y este!

Las noticias, siempre presentes, confusas, dudosas, convierten la miseria de todos los años en este mundo en algo no tan diferente de lo que imagino en el mío.
220824 fue terrible aquel año

La melalcoholía de algunas tardes lleva a que las viejas y eternas canciones (me resisto a llamarlas «temas», no me sale, por muchos años que pasen) vuelvan de tanto en tanto. Esos retornos se agradecen en muchas ocasiones, se detestan en otros y se cuestionan en algunos. En estos últimos, a veces me da por analizar la letra y ver cuánto de vigente sigue. Al fin y al cabo, las canciones (casi todas) fueron escritas en un momento y pocas son las que permanecen eternas.

Hace poco le llegó el turno, en el círculo que pretende ser aleatorio (cualquiera con una mínima afición a las matemáticas sabe que no lo es) del reproductor de música del coche, a «Fue terrible aquel año», del cada vez menos ínclito Ismael Serrano.

Flanqueada por otras viejas glorias, la canción sonó y, mentalmente, cada una de las fatalidades que mentaba, aparecían en mi mente como muy recientes. No eran exactamente las mismas, pero sí muy similares.

Los días hogaño discurren más o menos apacibles para algunos afortunados, mientras que son rasposos como piel de lija para otros y francamente accidentados para los más olvidados. El lugar donde uno haya nacido marca, como siempre y lamentablemente, gran parte de las posibilidades que tiene cada uno de que ese camino sea más o menos sencillo. Este mal, en mi pesimismo habitual, no creo que se llegue a curar nunca, aunque debemos seguir trabajando en ello.

Más sobre lo terrible que es este año:

El caso es que la letra de Serrano enumera una serie de desgracias a las que, una tras otra, yo hallaba equivalencias actuales. ¡Y eso que el disco en que apareció salió al mundo en 2002! Mi entretenimiento improvisado lo repito ahora, no mucho más meditado, pero con un poco más de tiempo:

Fue terrible aquel año, de sequía y de miedo ➡️ algo de sequía, incendios y miedo tenemos ahora, creo.
Fue terrible aquel año, recordarlo es bueno.
➡️ esto es válido siempre
Ganaron las derechas, año amargo en política.
➡️ allá cada uno…
y los médicos no hallaron vacuna para el SIDA.
➡️ lo cambio por COVID y, aunque hallaran los médicos esa vacuna, creo que sobre su validez habría mucho más que hablar

Fue terrible aquel año, morían niños en África. ➡️ también de esto tenemos…
y aquí mismo en mi calle mataban a un mendigo sin patria,
➡️ esto no ha cambiado ni una pizca
a una infeliz prostituta, a una esposa maltratada.
➡️ ídem, para enorme vergüenza de todos
Terrible fue aquel año, los Balcanes humeaban.
➡️ hoy no son los Balcanes, pero al pie de los Montes de Crimea…

Fue terrible aquel año, los días eran fríos ➡️ hoy son fríos para el alma, asfixiantes para todo lo demás
y cada vez más cortos. Los meses eran ríos,
➡️ a las temperaturas extenuantes siguen las inundaciones no menos catastróficas
arrastrando abandono. El amor era olvido.
➡️ este verso también puede considerarse perenne
No hubo nubes, no hubo lluvia. El otoño estaba prohibido.
➡️ que se lo pregunten a los agricultores, ganaderos… Me temo que, de aquí en adelante, solo existirán verano e invierno. La primavera y el otoño están condenados a la extinción

Fue terrible aquel año, celebraron convenciones ➡️ ahí siguen. Para muestra, la celebérrima aquí de la OTAN… ¿y para qué?
sobre la capa de ozono, y rompieron los hombres
➡️ la última, en Glasgow, el año pasado, con el mismo escaso éxito
la moratoria en la caza de lobos y ballenas.
➡️ siguen muriendo ballenas y morsas y, si al lobo se le protege, o no se hace bien o siempre hay gente que no está de acuerdo
Terrible fue aquel año, corría la sangre en Chechenia.
➡️ Ucrania, Birmania, Yemen, Etiopía… 

Fue terrible aquel año, de hambre, de guerra, ➡️ ahí siguen, haciendo de las suyas
de ideas perseguidas, de oraciones y miseria.
➡️ perfectamente vigente
Fue terrible aquel año, no consigo olvidarme.
➡️ ¡qué inconveniente es, en ocasiones, la memoria!
Fue terrible aquel año en que tú, tú me dejaste.
 ➡️ esto también pasa y seguirá pasando hasta que los días se acaben.

Entre tanta dicha imposible, las desventuras de unos petimetres que se pasean por un mundo imaginario llamado Homeria parecen cosa de risa. Allí también muere la gente por razones evitables e inevitables, cruentas y maravillosas. Pensando en esto, hoy, tomar uno de estos libros, de cualquier libro, es lo único que servirá para alejar las penas, siquiera por unos segundos, de nosotros.

Porque el peor año de la historia regresará, tozudo, con el siguiente telediario.

Felices lecturas.

Imágenes: https://pixabay.com/; portada del disco «La traición de Wendy”, Ismael Serrano, 2002.

220824 fue terrible aquel año
Picture of Eduardo Noriega

Eduardo Noriega

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Natural de San Vicente de la Barquera, Cantabria, de las leonesas tierras del Órbigo y de otras partes del mundo por donde he ido dando tumbos…

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