Fue el primero de los grandes personajes guerreros en aparecer en las novelas, el primero en protagonizar una lucha individual en batalla, el primero en declarar la fidelidad a su señor más allá de todo obstáculo… y el primero en ocupar un lugar especial en el corazón de su autor.
Es un ser nacido para la guerra (aunque no la disfrute) que, cuando no está ocupado en ella, torna en el más bonachón compañero, amable, amigo de comilonas y que disfruta como nadie de una buena cerveza en compañía. Casi un abuelete… Pero, con una espada en la mano y una amenaza enfrente, vale más hallarse lejos. Algunas de sus matanzas todavía colean en la mitología de Homeria, narradas entre sus hombres ante una hoguera cuando lo ven pasar con su paso noble, saludando a todos, desde el más afamado capitán al más novato soldado.
Ante vosotros, junto a su semental blavo, con el que forma una máquina de guerra casi perfecta, os presento al general Jorge Barry, azote que encabeza los ejércitos del conde Mongaut, comandante de todos los otonomios, por https://www.facebook.com/angelzel.zelote