Gulatrida Tolomeo

Hay personajes, como Gulatrida, que aparecen en la historia de improviso y, sin esfuerzo, son capaces de acaparar páginas y páginas.
230620 gulatrida tolomeo

Gulatrida será una sorpresa para los lectores del cuarto tomo, pues es uno de los nuevos personajes del libro. Hasta este Epílogo en sangre, la participación de su familia había quedado confinada a las apariciones de su hermano, evocadoras de una época más juvenil e i nocente, bastante ocasionales y a salto de mata y, en último término, quizá demasiado breves.

Marcelus es el prototipo de sabio despistado, tan inmerso en su ciencia que fácilmente olvida el mundo de los humanos en el que, quiera o no, le ha tocado vivir. Y a Marcelus, compañero de aventuras de Córnel en la Isla de los Magos, quise rodearle de alguien que lo ayudara a sobrevivir en el cruel mundo que es Homeria.

Gulatrida Tolomeo no era, al principio, un personaje necesario para nuestro dramatis personae, pero sí era necesario para su hermano. Sin ella, ocupada tras muchas desgracias del día a día de la casa de su hermano, el librero Tolomeo habría muerto mucho tiempo atrás. O, como mínimo, no habría podido progresar tanto en su saber, dedicado por la fuerza algunas horas al día a asuntos más mortales.

Pero Guly (me encanta ese diminutivo; otro día podremos hablar del origen de ese curioso nombre) adosó su calvario a las necesidades de su hermano, para cuidar de él en un inicio y para dominar todo en su casa poco después. Aprendió de él y ayudó a Marcelus en su ciencia, en su persecución de raros ejemplares de libros, en su interpretación de textos arcanos. En una perfecta simbiosis, él supuso para ella el soporte económico que necesitaba tras la traumática pérdida de su familia y ella, a cambio, situó los pies de su hermano sobre la tierra y se convirtió en ese aprendiz insustituible que todos los grandes genios tienen a su vera.

Tan apegada está a la realidad que, aunque podría ser si así lo deseara un notable miembro de alguno de los clanes de relumbrón de Homeria, ella nunca se ha esforzado por medrar en la pirámide social. Prefiere vivir mejor vivir mejor en el lugar que el azar dispuso para ella y su hermano, que intentar hacerlo en otro sitio, en otra familia, en otro mundo diferente al suyo. Cuando la historia vuelve a hacer pasar a los amigos del Libro Lacre junto a Marcelus, su hermana Guly no podía sino pasar a cobrar cada página más relevancia en el devenir del libro.

Más sobre Gulatrida Tolomeo:

Gulatrida es tenaz hasta llegar a la obstinación, hábil con las palabras hasta sobrepasar de largo la picaresca y tan poco dada a sentimentalismos que alguien diría de ella que es implacable. Comparte con su hermano las pecas que dan a su rostro ese aire infantil que domina en Marcelus, pero que en ella es únicamente una peculiaridad más del complejo carácter de Guly.

¿Es hermosa? Sí lo es para su autor, y eso que no es muy aficionado a las pelirrojas.

Sin llegar a rozar siquiera la belleza superlativa de Mandoline Mongaut (¿puede alguien llegar a tanto?), Gulatrida tiene un magnetismo animal que su hechicera figura exuda por cada poro de su piel de nieve, coronado por una mirada plateada a la que es imposible resistirse y un pelo de fuego que ha dejado sin respiración a más de uno. Nunca será la reina de la fiesta, pero nunca la abandonará en soledad, si ella así lo quiere. En esto, tiene cierta semejanza involuntaria con la fantástica Ragna de Antehielo, que ya conocisteis en Mundo que sufre, mundo feo.

¿Qué papel desarrolla Guly en esta historia? Esa inicial cualidad de prescindible con la que nació el personaje hizo que sus primeros pasos fueran algo dubitativos, imprecisos, como si no supiera hacia dónde evolucionar. Pero, en poco, se hizo con un protagonismo que quedó grabado en la piedra del relato tras una de las desgracias que acaecen nuestros amigos en esta cuarta entrega. Los últimos actos de esta tragedia no se entenderían igual sin Guly.

No puedo desvelar más. Lamentándolo mucho, o no, deberéis destapar vosotros mismos este pseudomisterio, que pongo ante el mundo con la pacata intención de llamar el interés de mis lectores. Y no podrá hacerse de otro modo que no sea desgranando la trama a través de las páginas de ese nuevo regalo que está por llegar: Epílogo en sangre, El Libro Lacre IV.

Sin más enrevesados e inútiles preámbulos, os presento, de nuevo nacida del certero pincel del gran Ángel Castro a la ínclita, la maravillosa, la de las manos maravillosas, Gulatrida Tolomeo, Guly para los amigos.

Felices lecturas.

Picture of Eduardo Noriega

Eduardo Noriega

¿Te ha gustado? ¡Compártelo!

Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp
Telegram

Mis libros

Últimos post

Natural de San Vicente de la Barquera, Cantabria, de las leonesas tierras del Órbigo y de otras partes del mundo por donde he ido dando tumbos…

Sígueme

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad