¡Sant Jordi en Barcelona, nada menos! Gracias a Círculo Rojo, que lo ha hecho posible y me ha prestado su caseta nº 58-59 (parada la llaman aquí) en las Ramblas, a la altura de la Plaça Real, entre las 9:00 y las 10:00 del martes 23 de abril. La teoría dice que es para presentar mi último libro, «Epílogo en sangre», pero allá estarán también sus hermanos. Soy muy solidario para estas cosas.
Si fui sincero al escribir aquí allá por el 2021, y no tenía razones para no serlo, supongo que ya dije que este tipo de eventos son una experiencia contradictoria para mí.
No soy, de normal, la persona más sociable del mundo, salvo que ya tenga unos cuantos años de experiencia en el trato con quien sea. Así, con los desconocidos, en tanto lo son, me resulta mucho más cómodo pasar a su lado sin decir palabra que asumir esas charlas educadas, intrascendentes y, por desgracia, casi todas estúpidas.
Es por eso que sentarme delante de perfectos extraños no es la situación soñada para mí. Pero, en este caso, tengo un escudo ante la incomodidad, un compañero para esta batalla, un caballero como el propio Sant Jordi que me ayude en mis afanes: mis libros. No tendremos parloteos banales acerca del penúltimo tema de actualidad, sino que quienes por allí se pasen y yo hablaremos de Córnel, Anna, sus amigos y sus enemigos, de cómo nacieron y cómo murieron, sus tierras, sus aguas, sus sangres y su universo. O de otros, pero siempre con los libros por ahí danzando.
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Es, en cualquier caso, un muy importante paso más en este camino emprendido para que mis historias sean más conocidas para el gran público. Unos momentos a atesorar, a disfrutar en lo que se pueda, prestos para las anécdotas, a la espera del espaldarazo definitivo que de seguro habrá de llegar, cuando estas novelas tendrán el reconocimiento que se merecen (se lo regalo todo a ellas, nada de su fama quiero para mí).
Sant Jordi y Barcelona, libros y rosas a tutiplén, esperan al Libro Lacre y, como carga imposible de evitar, a su autor. Aquí mismo os contaré, en unos días, cómo nos va.
Felices lecturas.
